Descripción:
La tetona detective Aine Tamagushi permaneció sentada ociosa en su desordenada oficina, reclinada en su silla mientras pilas de documentos y revistas yacían esparcidas por la habitación, creando un aire de desorden e indolencia. El silencio perezoso se interrumpió cuando la puerta se abrió de golpe, revelando a un hombre de mediana edad con traje. Su rostro estaba tenso cuando dio un paso adelante y colocó una fotografía en su escritorio —un gato raro con un llamativo pelaje blanco y negro, parecido a un panda.